11 abr 2018

Comunidades de Aprendizaje

Comunidades de Aprendizaje


El término "comunidades de aprendizaje" me lleva de inmediato a una experiencia, ya arraigada en muchos centros educativos, de innovación educativa que se que se origina en el Centro de Investigación en Teorías y Prácticas que Superan Desigualdades (CREA) fundado por Ramón Flecha en 1991. 

Así, en el artículo “Las Comunidades de Aprendizaje: una apuesta por la igualdad educativa” de Ramón Flecha y Lídia Puigvert*, podemos encontrar la definición del ese concepto como "un proyecto de transformación de centros educativos dirigido a la superación del fracaso escolar y la eliminación de conflictos. Este proyecto se distingue por una apuesta por el aprendizaje dialógico mediante los grupos interactivos, donde el diálogo igualitario se convierte en un esfuerzo común para lograr la igualdad educativa de todas las alumnas y alumnos"

Sin embargo, al ubicar las comunidades de aprendizaje en redes sociales la nueva conceptualización de despistó un poco. Es cierto que, como se recoge en el blog de INTEF*: "Comunidades y grupos de trabajo han existido siempre. Lo que cambia es las nuevas posibilidades de interacción, aprendizaje y cooperación que permiten las nuevas tecnologías sociales, que aportan visibilidad, contacto con iguales e intereses comunes, vínculos débiles que pueden fructificar en comunidades de trabajo o práctica para crear y compartir, ya sea en pequeños grupos o en redes de usuarios globales."

En este contexto, y siguiendo la definición que aparece en INTEF, "las comunidades de práctica son grupos sociales que comparten un interés común y se constituyen con el fin de desarrollar un conocimiento especializado con aprendizajes basados en experiencias prácticas. Con diversos niveles de habilidades y experiencia, los participantes se implican de un modo activo en procesos de colaboración, en la resolución de problemas y construyen conocimiento, tanto personal como colectivo."

Y para acotar más el término, para que un sitio web o plataforma sea considerada comunidad de aprendizaje,  tiene que propiciar la creación de redes de contacto y colaboración que surjan de forma espontánea por iniciativa de los usuarios según sus necesidades e intereses. 

Y es ahí donde reside la mayor diferencia entre una comunidad de aprendizaje y las plataformas  que que presenté como tales: e-forem y Aige-Formación, que son plataformas de formación on-line. Si bien es cierto que por los contenidos y/o  prácticas educativas pueden propiciar al término de la formación la creación espontánea de comunidades virtuales de aprendizaje.

Aula virtual: profesiones sin género sobre cómo y para qué usaría el aula virtual con el alumnado.

*Flecha, R. y Puigvert L. (2002). La comunidades de aprendizaje: Una apuesta por la igualdad educativa. REXE: Revista de estudios y experiencias en educación, 1(1), 11-20.

*http://blog.educalab.es/intef/2015/06/25/las-comunidades-virtuales-de-practica-y-aprendizaje/

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